La mítica Ruta 40

Como si se tratase de una especie de columna vertebral de la República Argentina, la famosa ruta 40 va desde el faro del Cabo Vírgenes en la provincia de Santa Cruz (km 0) en el sur, hasta muy cerca de la localidad de Santa Catalina en Jujuy, casi en el deslinde con Bolivia, en plena Puna jujeña al norte.

Es inimaginable el placer que se experimenta al recorrer esta ruta de 5194 km de longitud, una de las 10 más largas del mundo, y transitar todo el oeste argentino de sur a norte pasando por las provincias de Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Neuquén, Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy.

Une en su trayecto 2 rutas nacionales tradicionales argentinas, que de otra forma serían casi imposible de “emparentar”: se conecta en el sur en la localidad de Güer Aike en Santa Cruz con la ruta nacional 3, y en su extremo norte con la ruta nacional 9 en La Quiaca, en Jujuy.

La altitud máxima por la que pasa son 4.952 m en el Abra de Acay en Salta, y en su parte “inferior” da acceso a 13 grandes lagos de la Patagonia argentina, como por ejemplo los lagos Puelo, Mascardi, Nahuel Huapi, Traful y otros.

Es una ruta de ripio consolidado perfectamente transitable en casi todo su recorrido.

La Ruta 40 es en sí misma un destacable destino turístico de renombre internacional, y una cita obligada para los fanáticos de todas partes del mundo que aman recorrer hermosos y exóticos paisajes a bordo de sus vehículos, generalmente imponentes “4×4” con las que se puede hacer frente a los más diversos obstáculos que se encuentren en el camino…

Redacción El Portal de la Esperanza

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