En la cultura Guaraní, y por lógica consecuencia en nuestro vecino pueblo paraguayo, hay una gran variedad de plantas de una singular importancia por su utilidad en la vida cotidiana.
Según la cosmovisión guaraní, los vegetales tienen atributos extraordinarios y mágicos que hacen que generalmente se los relaciones con la religión y, por lo tanto, con Dios.
Entre estas plantas que tienen un valor casi mágico ya que funcionan como talismanes en la tradición paraguaya podemos encontrar ruda, romero, laurel y cedrón Paraguay.
Todas ellas es muy improbable no encontrarlas en prácticamente todas las casa, y son tratadas casi como un integrante más de la familia.
Las plantas están presentes en casi todos los momentos de la vida guaraní, ya sea como insumos medicinales en la preparación de infusiones para el tratamiento de muchos trastornos, sobre todo digestivos y respiratorios, como parte de la alimentación de la población o como materia prima para la construcción de sus viviendas.
Los Guaraníes tienen un amplio y profundo conocimiento de las plantas y junto con otros elementos naturales pasaron a ser una parte importante del pueblo guaraní y paraguayo.
Como ejemplo basta mencionar el conocimiento de los usos de las plantas que esos pueblos ponen en evidencia al momento de preparar el terere, el mate tradicional o alguna medicación casera para curar o aliviar cualquier patología que se presente cotidianamente.
No es poca cosa recordar que la Farmacopea Mundial tiende por estos tiempos a retornar a los insumos naturales para la elaboración de gran cantidad de medicamentos.
Así es que en la actualidad hay una continua y gran exportación desde Paraguay de algunas plantas de comprobado poder curativo, como por ejemplo el ka’a he’e o el jaguareté ka’a. Este cambio demuestra que los medicamentos naturales, en dosis adecuadas, son seguros, efectivos y sobre todo sanos.
Es conveniente y necesario afirmar que, poco a poco, muchos pueblos en variadas regiones del mundo, al igual que los guaraníes en el extremo sur de América, están intentando y a la búsqueda de conseguir nuevos caminos, lo más naturales que sea posible, para el tratamiento y cura de diversas enfermedades, y en lo referente a las plantas en particular, para su uso en múltiples aspectos de la vida que hacen al bienestar y confort de la raza humana.
José Luis Venturino para El Portal de la Esperanza