Los padres de personas que al nacer tienen alguna discapacidad más o menos importante tienen casi como común denominador la preocupación de saber qué será de sus hijos cuando ellos ya no estén.
Y en el último medio siglo se ha podido comprobar que, por los avances que se lograron en la estimulación cognitiva de estas personas con discapacidades, y los muy buenos logros farmacológicos, tecnológicos y médicos, muchas veces ellas llegan incluso a sobrevivir a sus progenitores.
CASATUYA es un novedoso y muy interesante proyecto de una Asociación Civil llamada Puentes de Luz, la cual se ocupa de desarrollar y llevar adelante un programa de viviendas en las que personas con discapacidades van a poder vivir de una forma autosuficiente y autónoma entre pares con similares problemáticas.
Esta Asociación cree firmemente que se ha vuelto imprescindible pensar y desarrollar servicios de contención que le puedan dar a este Colectivo una eficaz y adecuada atención cuando lleguen a sus años de adultez y tercera edad, de forma tal que puedan “arreglárselas” sin la ayuda de sus padres.
Después de más de 12 años de trabajo, “Puentes de Luz” desarrolló tres programas: un Centro de día que dé atención terapéutica y de rehabilitación, un Club de amigos para fomentar la pertenencia y la recreación, y también un emprendimiento productivo que se llama Sabor Natural que se ocupa de dar capacitación laboral y una salida de trabajo a todas aquellas personas con discapacidad que deseen y necesiten independizarse de sus familias de origen y puedan desarrollar su vida, tanto laboral como de relación social y afectiva de manera autónoma, preparándose de alguna manera para cuando sus progenitores les falten.
Así es como se busca promover en una forma concreta y efectiva una solución a futuro pensando sobre todo en el bienestar de las personas con alguna discapacidad pero totalmente capaces de desarrollarse y valerse por sí mismas en la vida y la sociedad que nos rodea en la actualidad.
José Luis Venturino para El Portal de la Esperanza