La todavía y lamentablemente actual pandemia de Coronavirus tiene, en ánimo de buscarle algún costado positivo, algunos aspectos beneficiosos al menos para aquellos países que, como la República Argentina, poseen un más o menos extenso litoral marítimo.
Y es que, desde hace ya varios meses, varias especies costeras que por acción de la contaminación de las aguas y sobre todo la depredación producida por los seres humanos habían decrecido peligrosamente su población, mostraron evidentes signos de recuperación.
Es así que al litoral marítimo argentino de la Provincia de Buenos Aires regresaron y volvieron a encontrarse en la arena lindante con el mar después de bastantes años de constante merma, berberechos, almejas y otros moluscos comestibles y muy apreciados.
Los lugareños más antiguos recuerdan y añoran las épocas en que cada ola traía y dejaba al retirarse centenares de almejas de gran tamaño que podían ser recolectadas con sólo apurarse un poco para evitar que se enterrasen en la arena utilizando sus inquietas “lenguas”.
Lo mismo sucedía, tal vez un poco más cerca de las zonas más rocosas, con los berberechos.
Y más allá del ejercicio de la recolección, lo que más se añoraba eran las pastas con salsa y “estofado” de almejas y el arroz con berberechos, platos fáciles de preparar, exquisitos y con muchas propiedades alimenticias provenientes de los frutos de mar.
Pues en estos últimos meses la ausencia obligada de seres humanos en las costas por el obligado aislamiento derivado del Covid 19 ha comenzado a restaurar, de forma lenta pero constante, la población de almejas y berberechos, como así también de varias especies de peces que, como la corvina negra y rubia, pueden extraerse desde la costa, con cañas o tramallos.
Desde ya que los amantes de comer pescados y mariscos están agradecidos y, siempre que pueden, se acercan a la orilla del mar a tratar de recolectar aquellos “bichos” que les proporcionarán abundante, nutritivos y exquisitos platos a base de una mínima expresión de lo que el generoso Mar nos provee…
La gastronomía en general, de parabienes y muy agradecida…
José Luis Venturino para El Portal de la Esperanza
