Esta pandemia del Covid 19 está realmente poniendo a prueba a la población del mundo entero en el más cabal sentido de la palabra.
Todos los días uno se cansa de escuchar por un lado comercios, industrias y emprendimientos varios que no han podido resistir los embates de la crisis económica y debieron cerrar sus puertas, dejando atrás un gran número de desempleados, sinsabores y sueños incumplidos.
Por supuesto que la situación sanitaria global es la más frágil y precaria entre todas las opciones problemáticas posibles. Pero no es menos cierto que la mayoría de los países han visto sus economías seriamente afectadas, tanto a nivel general como de sus habitantes a nivel individual y grupal.
Y es entonces cuando aparecen las ideas que tiendan a lograr la supervivencia.
El “argentino”, término que engloba a todos los habitantes de nuestra patria, goza de un prestigio, merecido o no, que lo hace más que maleable a la hora de transformarse, reinventarse y seguir adelante a como dé lugar.
Y así como las posibilidades laborales están seriamente afectadas por la situación, se ven aparecer por ejemplo todo tipo de vehículos, automóviles, camionetas, motos, bicicletas y todo lo que avance sobre ruedas que de un día para otro se transforman en “repartidores” de cualquier cosa que se pueda repartir, ya sea propia o ajena, en el siempre y ahora todavía más generalizado servicio de delivery.
Las ventas “online” a través de las redes informáticas se multiplicaron en forma exponencial y a veces es sorprendente ver las cosas que se pueden encontrar a la venta cuando se navega por internet.
Lo bueno de todo esto es que, pese a la muy difícil situación, la capacidad de adaptación a las actuales circunstancias parece estar todavía si no intacta al menos vigente.
Y si bien son muchas las personas que debieron dejar de realizar las tareas habituales para comenzar con nuevas actividades a veces muy diferentes a lo que venían realizando, la lucha por subsistir y esperar de la mejor manera posible el final de esta pandemia se mantiene firme.
Y en los tiempos que corren eso no es de ninguna forma poca cosa…
