Boom vocacional en plena pandemia en África, Asia, Oceanía y Sudamérica: se exportan sacerdotes

En el último informe estadístico de la Iglesia a nivel global se remarcaba que el panorama de las vocaciones sacerdotales era “bastante decepcionante”. La caída en el número de seminaristas en la última década llegaba casi al 5%.

Pero las recientes “mediciones” realizadas muestran que esta leve pero continua tendencia a la baja no es igual en todo el mundo en estos momentos actuales de Pandemia.

En Sudamérica, África, Asia y Oceanía se ha producido en los últimos tiempos un verdadero “boom vocacional”.

Por citar sólo algunos ejemplos, en Nueva Guinea, las Islas Salomón y Papua hay casi 300 seminaristas que se tienen que trasladar a través de viajes en barcas para poder llegar periódicamente a los seminarios. Y también está el “milagro asiático” de Bangladesh, una nación de amplia mayoría musulmana donde los feligreses católicos son apenas 500000 y sin embargo en 2020 las ordenaciones sacerdotales católicas llegaron a 27.

En territorio sudamericano, el caso de Venezuela también puede considerarse un milagro. En estos días los 21 seminarios que hay en el país se encuentran “abarrotados” por 804 seminaristas.

Pero quizás el caso más notable es el de África. Es el continente donde el aumento de las vocaciones sacerdotales se acentuó de tal manera que se llegó al punto de empezar a “exportar” sacerdotes a lugares desde donde antes les eran enviados.

Por ejemplo en Tanzania, en diciembre del 2020 se debió inaugurar un nuevo seminario porque los 5 que había hasta ese momento ya eran insuficientes para albergar a los flamantes seminaristas. Y a pesar de que este nuevo seminario, el Nazareth Major, tiene apenas 5 meses de existencia, ya tiene 106 inscriptos y se prevé que lleguen a 480 en los próximos 36 meses.

El Padre Elías Essognimam Sindjalim, de la congregación de los misioneros Combonianos, cree que la verdadera razón de este boom para las vocaciones sacerdotales no es sólo la huida de la pobreza sino sobre todo la vitalidad y vivacidad de las Iglesias locales africanas, las que acompañan a los jóvenes en un camino constante de crecimiento en su Fé.

Más allá de la posibilidad de tener un techo seguro y varias comidas calientes al día, hay un fuerte sentimiento religioso que acompaña a los futuros sacerdotes hasta su ordenación final.

José Luis Venturino para El Portal de la Esperanza

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