Esta es una práctica muy común en numerosos países del mundo, pero en otros tantos aún hay controversias. Sobre todo en España donde se está pidiendo a los clientes un 5 o 10% extra del costo de lo consumido como propina.
En Francia, se considera que la propina ya está incluida en la factura. En otros lugares, particularmente en el este de Asia, no contar con esta tradición de propinas es un orgullo.
Esto ocurre, por ejemplo, en Japón, donde no sólo son poco comunes sino que se consideran vergonzosas e incómodas.
Así que los visitantes extranjeros tienen que estar atentos a que las propinas ofenden.
«Incluso si a los viajeros se les dice que en Japón no se da propina, algunas personas todavía están dispuestas a mostrar su agradecimiento con dinero, pero no funciona así», señala un operador turístico.
«Es común que cuando los clientes dejan dinero para los mozos en los restaurantes, luego los persigan para devolverles su dinero.
«Muchos no pueden entender que la gente hace su trabajo con orgullo y un ‘oishikatta‘ (estaba delicioso) o un ‘gochiso sama‘ (gracias por preparar la comida) es suficiente. No siempre es el dinero el que habla y el trabajo se hace con orgullo y la apreciación se muestra más comúnmente a través de cumplidos (preferiblemente en japonés) o haciendo una reverencia.
En China las propinas estaban prohibidas, pero en algunos casos esto ya está cambiando.
Uno de los principios de China es que todas las personas son iguales y nadie es sirviente de otro; y la insinuación de superioridad sobre otra persona ha sido durante mucho tiempo un tabú.
Los chinos todavía no tienen el hábito de dar propinas, pero las propinas ahora son aceptables, especialmente en las ciudades más grandes donde hay muchos residentes y visitantes extranjeros.
Dinamarca es, en general, una nación que no da propinas ya que el bienestar hace que el personal de servicio no dependa de las propinas y el servicio normalmente está incluido en la factura en restaurantes y hoteles.
Lo cierto es que las opiniones están divididas y cada región lo maneja según su costumbre. En Argentina la propina es una forma de agradecer un buen servicio de mesa y una buena ocasión para dedicarles un aplauso a esta profesión de gran tradición en el país.